Hábitos alimentarios saludables

Las enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, crecen progresivamente en nuestro país, debido fundamentalmente a una mala nutrición combinada con el sedentarismo creciente.

Son varios los factores que desequilibran nuestra nutrición en los últimos tiempos, el aumento en el tamaño de las porciones de alimentos, promovido por la cultura de los “fast food”, el impacto de la publicidad y el culto al cuerpo, etc. Además, los avances en la tecnología y la urbanización creciente hacen que la gente se mueva menos que antes, llevando una vida predominantemente sedentaria.

Cambiar nuestros hábitos para mejorar nuestra salud

En el hogar es donde se realiza la mayor parte de las comidas y donde se planifica la compra de los alimentos. La formación de hábitos saludables se inicia tempranamente en nuestras vidas, hacia los dos o tres años y es el núcleo familiar el primer elemento implicado en nuestra educación nutricional.

Los padres somos los responsables de seleccionar los alimentos saludables que brinden a nuestros hijos los nutrientes necesarios, para que tengan un crecimiento y desarrollo adecuado, e incorporen pautas correctas de alimentación que permanecerán en el futuro y les permitirá desarrollar un estilo de vida saludable.

¿Cómo formar hábitos alimentarios saludables en nuestros niños?


La educación del entorno es fundamental. Si las pautas alimentarias de los adultos son variadas y equilibradas, lo más seguro es que las del niño o la niña también lo serán. Si, por el contrario, cada persona come por su cuenta o la compra de alimentos pre-cocinados es habitual, difícilmente el niño llegará a tener una alimentación equilibrada.

Nuestros niños están acostumbrados desde muy pequeños a comer muchos dulces. A veces los culpables somos los adultos, porque añadimos un poco de azúcar a los primeros jugos o las papillas de fruta para que se las coman mejor. De esta manera terminamos aficionando a nuestros hijos a toda clase de alimentos dulces.
A medida que crece, el niño adopta los hábitos adultos (de su entorno) en cuanto a la alimentación. Uno común es el de “picotear”. Generalmente, cuando el niño picotea finalmente no come o come mal.

Estos malos hábitos deben evitarse, porque cuando el niño o la niña se alimenta a deshoras, desordenadamente, no se puede conocer la cantidad y calidad de lo que consumió.

Otra recomendación importante es no recurrir a dinámicas típicas como el castigo y el premio. Las mismas son factores que pueden predisponer a trastornos alimentarios futuros, muy frecuentes hoy en día.

Hay que evitar las prácticas desordenadas como consumir alimentos en los dormitorios o cuando se realiza otras actividades como ver televisión, leer, trabajar en la computadora. Es importante contar con un área destinada para la alimentación, la cual limita los descontroles.

Las diferentes actividades que realizamos diariamente, muchas veces imposibilitan que nos reunamos a la hora de comer con nuestra familia. Sin embargo, intentemos por lo menos una vez al día compartir todos juntos la mesa familiar, espacio que nos brinda posibilidad de intercambiar conductas favorables.

Alimentación balanceada y actividad física regular

La ingestión de una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras, cereales, lácteos, carnes, legumbres y moderada en alimentos con alta densidad energética - grasas saturadas, sal y azúcares simples -, benefician el funcionamiento de nuestro organismo.

Cuando iniciamos la alimentación sólida con nuestros bebés, es importante agregar variedades: sabores, colores, olores. De esta manera, el niño o la niña tendrán la oportunidad de registrar diferentes opciones, e iniciar la construcción de hábitos equilibrados y variados.

El desarrollo regular de actividades físicas es clave para la formación de estilos de vida saludables. Estas actividades pueden ser tan sencillas como ayudar en las tareas domesticas, organizar actividades deportivas con grupo de vecinos, pasear a la mascota, caminar cuando las distancias son cortas, todas son válidas para mantenernos en movimiento.

La construcción de hábitos alimentarios saludables se inicia en el hogar

En nosotros, los padres y las madres, está la responsabilidad de la salud y calidad de vida de nuestros hijos en el futuro.

No hay comentarios: